lunes, 14 de diciembre de 2009

Emilio el duende




Verde son sus ropas y botitas,
vive en un molino de trigo
en medio del bosque,
en su patio tiene un huerto
de legumbres y frutitas
que cultiva pa’ los pobres.
Como buen duende juguetón

hace de las suyas:
esconde llaves, botones,
anillos y monedas
y en su alforja guarda
migajas para sus ratones.
Por la gramilla nocturna

de puntillas suele andar,
busca las más bellas flores
para su dulce néctar recolectar
y con ello elaborar
ricos caramelos de sabores.
Duerme en cama de heno

con sábanas de seda,
que los buenos gusanos le tejen
durante todo el verano
y él muy contento
las estrena en primavera.
Yo quiero encontrarle

y esconder su sombrero,
pedirle que cante
un coplero entero
y que en su carretilla
me lleve, a dar un paseo.
 



© Lissette Flores López. Derechos Reservados.