En una bifurcación de la vida el iterativo ciclo de un semáforo controlado por la Prudencia marcó alto a un sentimiento que excedía, en su desbocada carrera, el máximo de velocidad permitido por los latidos del corazón consiguiendo en la premura sofocar a éste al punto casi de hacerlo colapsar.
Poco más y provoca un accidente al rebasar irreflexivamente a la Razón quien le gritó fuera precavido pero fue en vano pues no le prestó atención alguna.
Se acercó la Curiosidad y vio de reojo al sentimiento
-Yo te conozco, eres el Amor ¿hacia dónde vas con tal ímpetu?
-Voy tras mi Felicidad, está justo al final de esta calle.
-Yo desde acá veo una muralla infranqueable- dijo la Decepción posándose como buitre sobre el semáforo.
¿No crees que deberías detenerte un momento y quizá ver hacia otro horizonte? No querrás terminar como nosotros, dijeron la Soledad y el Olvido quienes pasaron botando frente a él enmarañados en una rodadora.
-Ustedes no entienden nada- dijo el Amor, no importa qué suceda conmigo, necesito sentirle entre mis brazos y respirar su dulce aroma pues sólo así podré sentirme vivo.
Una voz tajante intervino: ¡Vas a tu ruina! si sigues igual morirás, pues lo que persigues no es la felicidad si no una ilusión que cual hábil camaleón ha sabido confundirte guiándote a una laguna de Angustia donde seguramente esperará que te ahogues, dijo la Realidad.
La Confusión y el Dolor corrieron hipócritamente a consolar al Amor, logrando únicamente ahondar más su pena.
Con el cambio de luz al verde una dulce voz levantó el ánimo de aquel sentimiento.
-No decaigas, has experimentado vida al perseguir tu ilusión, ahora sabrás qué es lo que buscas, quizá le tengas frente a ti- dijo la Esperanza.
Ibas tan resuelto a querer alcanzar tu Felicidad que no alzaste la vista para ver que ella volaba tras de ti montada sobre una mariposa blanca. Sólo procura dar un paso a la vez, habló la Paciencia.
El Amor esbozó una sonrisa y prosiguió su marcha ya no de frente por aquel camino, cruzó hacia la derecha, esperando que su Felicidad se pose en alguna flor y así juntos contemplar en silencio las puestas de sol.
© Lissette Flores López. Derechos Reservados.
Valor educativo: Leer, analizar, comparar entre sentimiento, conocimiento y virtud.