-Decime mamita ¿por qué de noche hay tantas estrellas en el cielo?
-Eso es porque Dios da a cada niño una estrella propia al nacer.
-¡qué bien, tengo una estrella!
-¿Y los luceros mamá, a quién pertenecen?
-Verás cariño, esos nos pertenecen a las madres. Al momento que nace un niño, Dios crea un par de hermosos luceros chispeantes y coloridos, uno lo deja en el cielo y el otro lo envía a la Tierra.
Yo tengo el mío justo ahora entre mis brazos.
Yo tengo el mío justo ahora entre mis brazos.
© Lissette Flores López. Derechos Reservados.