viernes, 1 de octubre de 2010

Avecillas de perpetuo vuelo


















A: Alicia, Alejandra, Andrés, Katia y Antonio, mis preciosos colibríes, con amor

Bodoquitos llenos de impaciencia
y pestañitas de inquietas primaveras
van agitando con frenesí
sus tornasoles alas de colibrí
alumbrando el alma con su inocencia.

En piraguas de azul ensueño
adornadas con musgo y heno,
mariposas y hierberas de colores
navegan en un cielo de ilusiones
avecillas de perpetuo vuelo.

Un himno con eco sonoro de alegría
se enreda entre el otoño y su hojarasca,
cuando con su sonrisa infantil todo abarca
y nos recuerda que la vida es una analogía,
una moneda que se gasta en un nuevo par de alas,
pero que bien vale la pena vivirla día a día.



© Lissette Flores López. Derechos Reservados.